Y la tela de los chándals, tan suave y sedosa, siempre tan jodidamente provocativa. Recuerdo tener un profesor de gimnasia al que me costaba mirar de cintura para arriba. No es que fuera feo de cara, ni tonto, ni mala persona..., pero yo sólo prestaba atención a su paquete, jajaja. Luego se quejarán del bajo rendimiento de los estudiantes, jajaja. Besos.
Un argumento importante para convencer, claro que si.
ResponderEliminarBicos Ricos
Ay, chuchi, Carmita me dice siempre que me dejo convencer enseguida : ( Besos
EliminarY la tela de los chándals, tan suave y sedosa, siempre tan jodidamente provocativa. Recuerdo tener un profesor de gimnasia al que me costaba mirar de cintura para arriba. No es que fuera feo de cara, ni tonto, ni mala persona..., pero yo sólo prestaba atención a su paquete, jajaja. Luego se quejarán del bajo rendimiento de los estudiantes, jajaja. Besos.
ResponderEliminarOhhhh, Roberto; los chándales... Jorge los lleva por casa y es, es, es, jajajajaja, qué bien lo has explicado.
ResponderEliminarbesos; seguro que el profesor lo entendería