meada

 Pues sí, niñas, hoy, pese al calor, o precisamente por eso, os traigo una buena meada. Dicen que con estas temperaturas no apetece, pero a mí me pasa justo lo contrario, no sé si porque lo tengo en casa, después de varias semanas..., o porque con el calor, huele y me tiene todo el día babeando, jugando al perro y el esclavo.

Las meadas me recuerdan a los primeros días, las primeras sesiones. Aquellas donde me dominó por primera vez, donde me marcó con su olor. "Huele". Y yo olía a él.

Es lo que en algún lugar llaman impronta.