te quiero, venga cuelga, no, cuelga tú

Come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come, come... y a fuerza de comer todos los días, te acostumbras, claro, pero llega un día en que por trabajo te mandan al esposo a Barcelona, y que jodido es no tenerlo aquí, verlo por skype, hablar por el móvil, que me pregunte si cené y yo le diga que no porque él está allá y cómo voy a comer, si... (ays)

 No sé si me voy a la camita a oler un calzoncillo suyo para masturbarme o para llorar :____ (

Pedida de mano